Casas
Los
estudios históricos demuestras que durante los 86 años de vida de la ciudad
hubo en León de Imabite buenas casas de tapia, ladrillo y teja y se destacan
ciertos personajes que por su influencia social y política tenían las mejores
de la ciudad. En los primeros años estos personajes fueron Francisco de
Castañeda, Pedrarias Dávila, Hernando de Soto, Cereceda (al final muere en
extrema pobreza), Martín Estete, Pérez de Valer, Alonso Vivas, Diego Núñez de Mercado, la posada de Vicente Bajar,
Ana Jiménez entre otros.
Después de
1535 otros vecinos se sumaron a la construcción de casas como el gobernador
Rodrigo de Contreras (probablemente la mejor casa de la ciudad) Antonio
Rodríguez, Pedro de los Ríos, Gonzalo Cano,
Pedro de Campos, Luis de Jaén, Alonso Sillero, Diego Núñez Téllez,
Alonso Méndez, Hernán Nieto y Juan de Simancas (Herrero) estos últimos eran
vecinos de La Merced. Las primeras casas no fueron construidas de teja, eran de
tapia, y el techo de era de paja, es hasta finales de los treinta e inicio de
los cuarenta que se implementa el uso de la teja. Actualmente sólo se puede
apreciar restos de ciertas casas de importancia y que han sido identificadas
gracias a los documentos; existen otras que no están identificas, sin embargo por
su área constructiva y por los espacios se evidencia que pertenecieron a
personajes relevantes de la historia de la ciudad y por consiguiente de
Nicaragua. Asimismo existen otros edificios que no se han podido identificar,
pero por sus características y los datos que aún se están estudiando, es
posible que uno de ellos sea el hospital local.
Casa de Martín Estete
Ubicada
al lado Noreste de la fortaleza fue levantada inicialmente de paja (1527),
Posteriormente en el año 1532, al igual que la casa de Hernando de Soto, se
construye de tapia, con el objetivo de protegerse de los constantes
incendios. Su Propietario fue
acompañante de Hernández de Córdoba en el proceso de conquista, fue guardián de
la fortaleza y fue procurador de Pedrarias y de Diego López de Salcedo.
Estete
fue Capitán de Pedrarias y su muy fiel servidor. Este vecino leonés fue uno de los más crueles
en el trato a los indios: cuando hacía las “entradas” para engrosar las filas
de sus expediciones con indios capturados, mandaba a acuchillar aquellos que se resistían y encadenar
a los que podían escapar, en
cierta ocasión ordenó a uno de sus
subalternos decapitar a un indígena desfallecido, para no tomarse la molestia de
abrir el collar de hierro que lo
sujetaba a la larga cadena donde venían unidos los otros desdichados
compañeros. Como era el favorito del gobernador se le había confiado el
hierro para marcar esclavos.
En 1530, Pedrarias Dávila envió a Martín Estete para adueñarse de San Salvador. Llegó a San Salvador en
donde intentó que se lo nombrara Capitán General, al negarse los pobladores se
fue de San Salvador y fundó la Ciudad de los Caballeros actual San Martín de
Perulapán.
También
fue enviado el capitán Diego de Rojas para investigar sobre está invasión y fue
hecho prisionero.
Posteriormente
el juez de residencia Francisco de Orduña lo persiguió hasta Gelepa o Moncagua,
exigió que liberaran al capitán Diego de Rojas y que abandonara la provincia de Cuzcatlán.
Martín
Estete regresó a León de Imabite a continuar sus conquistas.
Casa de Hernando de Soto y Hernán Ponce de León:
Fue construida desde la
fundación de la ciudad, Hernando de Soto vino en la expedición de Hernández de
Córdoba, y fue de los primeros vecinos, después llega su amigo Hernán Ponce de
León con el que comparte su Casa.
Inicialmente se
construye de Cañería y Paja, posteriormente
por la afectación de los incendios es construida de tapia y posiblemente
de techo de teja, estaba ubicada en el extremo norte de la Catedral, cerca de
las casas del veedor Pérez de Valer y el provisor Br. Pedro Bravo,
posteriormente no se sabe a quien perteneció, posiblemente a Alonso de Cervigón
o a algún amigo o pariente cercano de Contreras.
Este importante
personaje de la historia de Nicaragua, nació en Villanueva de Barcarrota, y
jugó un papel fundamental en la conquista sobre todo en el período de Diego
López de Salcedo. Hizo una sociedad con Francisco de Compañón y Hernán Ponce de
León. Al morir Compañón en Nicaragua, en difícil situación de Pobreza, Soto se marchó con su
otro socio al Perú, allí disfrutó de los grandes tesoros de Atahualpa.
De Soto es uno de los
conquistadores más visto en la conquista del Perú, y en la toma de la capital
del Cuzco.
En 1536, volvió a
España con 18.000 onzas
de oro que representaba su parte del botín después de la victoria de los
españoles sobre los Incas. Residió en Sevilla donde se hizo construir una
inmensa residencia. En 1537 se casó con Isabel de Bobadilla, la hija de su
maestro, Pedrarias Dávila.
Luego vino a las indias
a asumir la gobernación de Cuba, desde donde organizó la expedición que le da
como resultado el descubrimiento de la Florida.
Murió en 1549 a los 42 años de edad
(Meléndez. 55)
Casa de Ana Jiménez
Situada al sur este de
la catedral, ocupa un área aproximada de
468 mts esta formada por cuatro pilares rectangulares con entrada al Este y al
Oeste. Fue construida en los primeros diez años del establecimiento de la
ciudad. Las paredes fueron construidas con sistema tapial. Posiblemente perteneció a Ana Jiménez, según los datos se registra como una casa esquinera en la Plaza pública, su dueña Ana Jiménez un personaje
que se menciona mucho en los documentos. Estuvo casada con Juan Vásquez de
Ávila y su casa fue una pequeña posada, donde se hospedaban mujeres “honestas
y honradas”, según el tomo X de
Documentos para historia de Nicaragua, la casa de Ana Jiménez era una especie
de refugio para otras mujeres que estaban solas o en situaciones difíciles o
bien sus esposos las hospedadas allí al pasar por la ciudad e ir de exploraciones o a la conquista de
nuevos territorios. Es interesante uno de los datos, donde refiere
que Luis de Guevara, teniente del gobernador,
fue a dejar a su esposa Catalina Rivadeneira o Catalina de Aguilar, a
esta casa, al parecer esta mujer había sido amenazada por su segundo esposo y
por huir de él es protegida por Ana Jiménez. ¿Qué tanta influencia tenía Ana
Jiménez?.
Casa
de Alonso Sillero
Desde que se
descubrieron las ruinas en 1967, se ha dicho que la estructura ubicada al sur
de la Casa de Fundición, que ocupa un área de 340 mts² perteneció a Alonso
Sillero, sin embargo esta información la hemos podido verificar en documentos
de la época, encontrando una declaración del mismo Sillero en la que expresa
que él se encontraba en su casa, frente a la calle real cuando sucedieron
ciertos acontecimientos, de los cuales el pudo ser testigo:
"estava enfrente de su casa ques
enfrente de la casa de Gonzalo Cano pared y medio del monasterio de Nuestra
Señora de la Merced"[1].
Anteriormente a esta
declaración testifica Bartolomé Rodríguez, quien era huésped en la Casa de
Sillero y según la descripción de los hechos, hace clara referencia a esta
ubicación:
"estava
acostado en la casa de Juan Alonso Sillero vecino desta cibdad donde posaba ...
e oyó ruido en la calle como que iban corriendo y (el testigo) se levantó e se
asentó por entre la puerta del dicho
Juan Alonso ques delante...(de la casa de Cano y de la calle de la Merced)"[2]
A leer toda la narración de los hechos contados por dichos
vecinos, se corrobora que Bartolomé y el
mismo Sillero tuvieron que haber estado enfrente de la calle la Merced, en la
puerta de la Casa de este último para poder visualizar todos los
acontecimientos. Con esta información se llega a la conclusión que la Casa de
Alonso Sillero construida en los años 1534- 1535, estaba contiguo a la Iglesia
la Merced, de la cual actualmente puede apreciarse una parte de sus muros. Es
posible que en otro momento haya pertenecido a Diego Núñez de Mercado, tenedor
de los bienes de Isabel de Bobadilla, esposa de Pedrarias o sea parte de la misma casa de Hernán Nieto.
Casa
de Gonzalo Cano
Construida
al Oeste de la Iglesia la Merced en la
calle Real, fue vecino de Alonso Sillero, ambos tenían puertas de frente a la
calle la Merced. Junto a su casa había
una pequeña *calle angosta* que comunicaba al Oeste de la ciudad. Mide 50 X 50 varas que era el tamaño estándar para un solar de una persona de gran
importancia en León. Efectivamente fue
una Majestuosa casa que fue creciendo en los años 1535-1550. Su dueño muy amigo del
Gobernador Rodrigo de Contreras de quien fuera Mayordomo y procurador, tenía en
esta época más de 40 años y no sabía escribir.
En
este edificio se puede apreciar el piso dispuesto en forma llamada “espina de
pez”, los ladrillos están ubicados de forma que al unirlos simulan un esqueleto
de pez. Según los testimonios, este piso sólo lo poseían en la provincia el
gobernador Rodrigo de Contreras y Gonzalo Cano, es posible que otras casas como
las de Pedro de los Ríos también hayan disfrutado de esta comodidad. Por otro
lado la casa de Gonzalo Cano tenía un sistema de desagüe no observado en ningún
otro edificio, lo que revela que Cano era un hombre muy pudiente, esto,
incluso, se respalda con el hecho que la casa tenía cierta influencia de estilo
árabe, sobre todo en la ubicación de la caballeriza y los patios internos.
“...
por la ubicación y forma de su casa se deduce fue un hombre prominente en la
sociedad de León Viejo.
Gonzalo
Cano fue famoso por la infidelidad de su mujer, -era casado con Leonor Álvarez-
quien fue encontrada en flagrante delito con Álvaro Torres, su amante. Cano
insistió en que ella fuera encarcelada; ella fue detenida pero Pedro de los
Ríos, actuando como gobernador en ausencia del gobernador Rodrigo de Contreras,
la dejó libre, a pesar de las pruebas contundentes en su contra. Ríos dijo que
puesto que Cano no pidió que ella regresara con él, y que en cierta forma
toleraba su adulterio, por tanto no había acto ilícito. En la residencia hecha
por el Oydor Diego de Herrera en 1544, de los siete cargos en contra de Ríos,
se anotó que uno de ellos, el número seis consignaba que Ríos ignoraba la ley
de adulterio al dejar a Leonor Álvarez salir de la cárcel sin enjuiciarla” [3]