martes, 5 de noviembre de 2019

ESTRUCTURAS COLONIALES

Iglesia y convento Nuestra Señora de la Merced



El templo mercedario fue construido bajo las órdenes de Fray Francisco de Bobadilla, este se levantó de paja y cañería, luego en 1530 se construyó de tapia por temor a los constantes incendios, el primero se había quemado completamente al igual que gran parte de casas del pueblo que eran de paja. Fue uno de principales edificios al servicio de la Corona  cuyo objetivo constructivo era atender la necesidad espiritual de los colonos, fortalecer su fe y hacer extensiva la evangelización de forma que llegase hasta los in conversos indios.

Fue reedificado en 1539 de piedra ladrillo y teja, Fray Diego de Alcaraz fue  el comendador, y principal ejecutor de este edificio. Estuvo en el cargo por 13 años y muchos méritos recibidos por los mercedarios se hicieron gracias a su  honradez y buena conducta.   

En 1542, era de tres naves con arco de ladrillos, Tenía buenos ornamentos, gracia a los esfuerzos de los padres Mercedarios. Tenía las pilastras las arcadas y las esquinas de ladrillos y las paredes eran de tapia.  Diariamente se rezaban tres misas y los sábados y Domingos o fiestas especiales se hacían misas cantadas con órganos.

Este templo guardó durante 474 años los restos óseos de importantes figuras política de la ciudad como Francisco Hernández de Córdoba, "degollado" en 1526 y enterrado por el pueblo "honradamente" en la capilla del mismo, Además se encontraron los restos de Pedrarias Dávila, quien muriera de "vejez y pasiones" en 1531, fue enterrado en este templo con todos los méritos de un hombre enviado por la corona.[1] Los restos de estas importantes figuras fueron encontrados por arqueólogos del Instituto Nicaragüense de Cultura en Mayo del año 2000.

En la actualidad este templo recibe el segundo domingo de noviembre la imagen de Nuestra Señora de la Merced, que es traída en peregrinación desde la ciudad de León, conmemorando así el patronazgo de la ciudad desde su fundación. 

2.  Monasterios:

Como se decía anteriormente las órdenes religiosas instauradas en la ciudad de León fueron tres. Los  frailes  construyeron sus monasterios con materiales poco duraderos de forma que la vida de los mismos fue de corta duración, por otro lado la situación hostil en la provincia hizo que abandonaran sus centros religiosos. Al final de la ciudad únicamente existía el monasterio de la Merced que será del cual nos ocuparemos en este caso, del convento Franciscano y dominico, hasta hoy, no existe evidencia física, a menos visible, en esta vieja ciudad.

Monasterio:



Fundado en 1528 por Fray Francisco de Bobadilla, junto a  otros cuatro religiosos entre ellos estaban Fray Alonso Dominó y Fray Sebastián de Betanzos. El Padre Bobadilla fue nombrado provisor eclesiástico del instaurado convento y por ello tenía mucho que ver en la situación religiosa y social relacionada con los indios en los primeros años de la conquista.  Inicialmente fue levantado de paja y por la debilidad de este material, éste (primer) convento se quemó. Fue reedificado con materiales más firmes y  duraderos (tejas, ladrillo), el responsable de la construcción fue Fray Diego de Alcaraz, quien fuera el comendador del convento por espacio de 13 años. Aun  con todo el esfuerzo del Padre Alcaraz el convento no logró concluirse, es hasta 1539 que Fray Sebastián de Betanzos que se encontraba en España solicita la aprobación de trasladar a la Provincia de León dos esclavos negros un albañil y un carpintero para la
Conclusión de la obra, después de este año se terminan las construcciones del templo y el Monasterio de la Merced.

Este monasterio tenía indios encomenderos, Pedrarias Dávila, le había dado por encomienda a los indios de Mabitia y Mabite, a los que se les agregó el pueblo de Nagarote por aprobación del Lic. Castañeda.

Durante los primeros años de la conquista este edificio al igual que la Iglesia de la Merced fueron las primeras estructuras al servicio de la corona.

Este monasterio fue testigo mudo de diferentes actos violentos ocurridos en la ciudad, principalmente entre 1543 y 1544.

Los estudios arqueológicos realizados en este edificio, evidencian la presencia de entierros, lo que indica que los españoles estaban enterrando a sus deudos en sitios sagrados.

En Cedula 9 de abril  de 1557, firmada por la reina se anima a los religiosos, provinciales, priostes y guardianes de las órdenes  y a todos los encargados de la salvación de las almas  a seguir en la construcción de monasterios  y se advierte  que no se hagan los monasterios  cerca, sino en otro lugar “distancia de leguas” lo cual era conveniente para que el adoctrinamiento  se pudiera repartir más cómodamente  para todos los naturales  y para los otros actos y oficios

  “...que se haga monasterio  en la tierra en los lugares  que conviene  y que haya no más falta de doctrina”[2]

Esto motivó a mejorar el convento mercedario que había pasado por situaciones dolorosas, además impulsó a  las otras órdenes a enviar frailes a Nicaragua, sin embargo no pudieron levantase debido a la pesada situación de pobreza y abandono que se vivía en la zona.


[1] DHN, Tomo III, 69.
[1] AGG. Leg. 4575. Pág. 101-102
[2]  AGG.  Legajo 4575.Pág.5

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